Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni oculto que no haya de saberse... Temed más bien a Aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna.           ¡Denunciar es nuestro deber cristiano!
Testimonios de víctimas de sectas destructivas, daño psicológico, físico y económico


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Editorial
Aristotelizar


"¿Sectas? No, ni ahí"


A través del conocimiento y la experiencia, reservados a unos pocos, buscan la evolución y superación del ser humano. En las puertas del templo de Delfos consagrado al dios Apolo, en la lejana Grecia arcaica, se encuentra la inscripción: “Conócete a ti mismo, y conocerás el Universo y los Dio-ses”. En aquellos tiempos la vida intelectual del hombre descendía desde los santuarios hacia el resto de la comunidad. Muchos de estos conocimientos eran protegidos y reservados a determinados grupos que accedían a estos misterios a través de ceremonias y ritos ocultos. Esta es llamada como la tradición esotérica o doctrina de los Misterios.

Se abren los arcanos
En Rosario algunos grupos, a partir de la síntesis y adaptación de distintas doctrinas de carácter esotérico, proponen su enseñanza a fin de elevar la condición espiritual y cognoscitiva del hombre contemporáneo. Este es el caso de la corriente gnóstica. Si bien no es posible precisar sus orígenes, tuvo un gran auge durante el siglo II (D.C.) y surgió como una mezcla de nociones cristianas con antiguos mitos orientales. Al separarse de algunos dogmas fundamentales establecidos por el catolicismo fue condenada como una corriente herética y sus seguidores se vieron obligados a replegarse a espacios cerrados. A mediados del siglo XX, Samuel Aun Weor recopila algunos de estos conocimientos esotéricos y funda en América Latina una nueva corriente gnóstica. En Rosario este grupo cuenta con varias sedes. En una de ellas, ubicada en la calle Tucumán, las palabras de Pehuen resuenan fuertes y sugestivas. La habitación en donde se brindan las primeras conferencias es amplia, en el piso se encuentra dibujada una estrella de David y en las paredes cuelgan algunos pequeños cuadros con figuras míticas alegóricas. Pehuen comenta en qué consiste la enseñanza de la gnosis, que está divida en lo que se denomina como primera y segunda cámara. “La primera cámara es un curso de 16 conferencias. Luego, si la persona quiere seguir formando parte del grupo gnóstico, continua; pero tratando temas en común, en grupo”. En la llamada segunda cámara se realizan reuniones grupales, en donde ya cobran mayor importancia las prácticas de meditación, de mantra, y se abordan aspectos relativos a la psicología humana. Aquí se profundiza en herramientas “que le permiten al hombre estar cada día más despierto”, resalta Pehuen. Lo que se busca es abrir un camino en el que el hombre logre una autodominación. “Lo importante de la gnosis es desarrollarse, mejorar ciertos aspectos en la vida cotidiana”, explica Pehuen quien lleva seis años en el grupo.

La habitación en donde se realiza este segundo orden permanece cerrada, y sólo se abre en el momento en que, los ya iniciados, se reúnen en las prácticas de meditación. Este orden cerrado despierta una sospecha negativa. “Una de las cosas que se suele decir a lo que no es aceptado masivamente, es que son sectas –enfatiza Pehuen–. Este término se usa de forma degradada”. A su vez considera que el ingreso en estos grupos posee un especial rechazo social. “No sólo porque uno se salga de los parámetros religiosos normales, sino porque también en estos tiempos hay mucho descrédito de lo que es el misticismo”, explica.

Partes de la Creación
Casi en las antípodas de esta corriente, pero empleando aquella misma consigna de “conócete a ti mismo”, se puede ubicar a la Fundación Logosófica, que tuvo sus orígenes en la Argentina de 1930, fundada por Carlos Bernardo Pecotche. Desde esta fundación no se trata de establecer una vinculación con ideas religiosas, sino que se define como “una forma de vida que persigue la superación del ser humano, como objetivo máximo, a través de los conocimientos y la experiencia que nos va dando la enseñanza de González Pecotche”, explica Oscar, miembro de la Fundación.

A partir de una concepción cientificista, aunque desligada de las ideas positivistas modernas, se resalta la constante evolución del ser humano. “Esta fundación nace como una escuela de adelanto mental”, resalta Silvia. La logosofía se diferencia de otras corrientes de pensamiento desde el momento “en el que propone un método propio, que cada uno de nosotros debe aplicar, para lograr el conócete a ti mismo”.

Si la gnosis habla de aquella vieja inscripción en el templo de Delfos, proyectándola hacia un pasado remoto, los integrantes de la logosofía la reenvían hacia un futuro que la humanidad debe alcanzar. “El hombre como parte de la creación puede evolucionar a partir de los conocimientos que va adquiriendo de si mismo. A partir del conocimiento de los agentes causales de su comportamiento. A mayor conocimiento, mayor evolución”, es lo que de modo silogístico argumentan.

Muchas veces los hombres suelen creer en la verdad de lo intensamente creído. Pero también resulta que las fuertes convicciones, son a veces peores enemigas de la verdad, que las mentiras mismas. Es difícil establecer un régimen de creencias verdaderas y otras falsas: “El hombre vive en un complejo de creencias al modo como el agua se encuentra en el agua”.

 















Periódico El Tribuno
Periódico infobae.com
Editorial Aristotelizar
Diario Prensa
Gnosis - Víctimas
La Hora De Salta




Last changed: 01/12/09

 

¡Denunciar es deber de todo cristiano!        Las sectas destructivas buscan desvíarte del único y verdadero camino que es Cristo, en quien se encuentra la plenitud de los medios de salvación.     Las sectas destructivas son un peligro, no tan solo a nivel espiritual, el daño psicológico, físico y económico a veces llega a ser devastador.     Las sectas destructivas sin denominarse satánicas, en la práctica también lo son.